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12 ideas para completar un buen proyecto web
Feb
24
Tener éxito en el desarrollo de una web es el paso previo a tener éxito con esa web, aunque no siempre una web bien hecha consigue tener todo el éxito que merece. Es bastante óbvio que para que una web tenga éxito deben hacerse muchas cosas más con ella que no solo construirla bien. De todos modos vamos a intentar dar un repaso a 12 principios que usamos en Innodus para conducir nuestro trabajo y llevar los proyectos a buen puerto. Puede que estos principios sean aplicables a otros proyectos o inspiren a alguien a mejorar algún paso con el que normalmente se "atasca" en sus planteamientos, o en su relación con el cliente o con el proveedor.
Estos principios se han ido desarrollando en nuestros procedimientos de trabajo poco a poco hasta convertirse en nuestra filosofía y usarlos en todos los proyectos en los que hemos trabajado. A veces el cliente nos deja, pero a veces no. A veces el cliente nos lo pide, a veces nos lo impide. A veces es algo explícito en todo el proceso, a veces no se habla de ello y sale igual o no. No importa si el proyecto es grande o es pequeño, se requiere un orden y una metodología, y además tener sentido práctico para valorar los avances en su ejecución. Veamos estos puntos.
1. Tener un gran plan
Hay que empezar teniendo un buen plan, y cuanto más grande mejor. Y hay que tener en cuenta que es solo un plan. No todas las web son grandes, pero aunque sea pequeña vale la pena preveer sus vías de crecimiento en el futuro. Hacer un estudio inicial de necesidades, de censo de contenidos, de conexión con otros servicios, analizar la forma de interactuar con la web, la forma de exponer los contenidos, de navegar la web, es un trabajo que muy pocas veces se hace. Disponer de un proyecto de consultoría para la planificación de la web permitirá presupuestar mucho mejor cada fase de desarrollo, así como decidir a qué ritmo se aborda ese crecimiento y en cuantas fases.
2. Elegir bien las herramientas
Empezar una web que deberá crecer con el tiempo con una herramienta para blogs es como querer usar un gran gestor de contenidos para simplemente exponer la carta de un restaurante. Dimensionar la web en una fase de definición de proyecto, con una buena consultoría, nos permitirá entender qué tipo de herramientas se requieren antes de empezar. Tampoco hay que dejarse llevar ni por las modas (que también las hay tecnológicas) ni por el entusiasmo o el "hype" tecnológico.
3. Contruir en trozos pequeños e ir mejorando
Tener un plan grande para empezar puede parecer muy interesante, pero es difícil imaginarse la dimensión del proyecto antes de empezar. Lo más problemático de esta situación es que en una web grande puede ser difícil preveer el impacto en los editores y los que mantienen la web, o en el rendimiento del servidor, sin haberlo "vivido". Es cierto que todavía muchas empresas no tienen "cultura internet", aún no acumulan en su proyecto internet la experiencia que tienen en otras áreas de su gestión del día a día en las que pueden llevar décadas. Por eso es mejor ir abordando parte a parte el proyecto: cerrar un trozo de la web, madurarlo un poco y ajustarlo. Después cerrar otro trozo, y así ir madurando cada parte. Es más fácil ir mejorando lo visto (lo ya construido) que algo enorme que no abarcamos.
4. Avanzar en pasos asumibles y ensayar
A veces las prisas por acabar no dejan asumir el funcionamiento de una sección y la respuesta que obtendremos de ella. Una web suele ser una cosa viva, como tantas otras en toda organización. No siempre cualquier idea tendrá el resultado que se esperaba, sobre todo en las webs participativas. En estos casos vale la pena ir innovando en una sección cuyo impacto pueda asumir nuestra organización y después probar diversas fórmulas alrededor de esa ampliación antes de pasar a otra cosa.
5. Tener claro que no todo lo que quiero puede hacerse
Muchas veces o se tiene una perspectiva demasiado ambiciosa, o se pone en previsión al equipo de desarrollo con un presupuesto demasiado bajo para cumplir las espectativas. Es natural comprender que no siempre se va a poder hacer todo lo que se quiere, especialmente cuando trabajamos con software Open Source que nos ofrece muchas opciones y librerías. Pero integrarlas es igualmente trabajo y tendrá un coste. Lógicamente con ello podremos construir grandes soluciones pero no siempre dispondremos de marco presupuestario o de calendario. En este sentido lo mejor es remitirse a nuestro plan (ese gran plan del que hablábamos en el primer punto) para saber a dónde queremos llegar y ser realistas en cuanto a la línea que separa lo que podremos hacer de lo que no podremos hacer en cada fase.
6. Dar a cada parte su importancia
En el terreno de la producción digital muchas veces la informática nos sorprende haciendo fácil cosas que imaginábamos muy difíciles, y resultando que algunas que nos imaginábamos fáciles resultan muy complejas. En este caso lo mejor es otorgar a cada parte su importancia y no obsesionarse en desarrollar funcionalidades que nos resultan muy complejas cuando en el mismo tiempo podemos beneficiarnos de incluir unas cuantas que son más sencillas. El desarrollo del proyecto nos lo indicará generalmente y para ello es importante ir midiendo el impacto de cada nueva funcionalidad.
7. Entender la utilidad de cada tecnología
Hay muchas tecnologías en el terreno de la producción web: lenguages de programación, elementos del hosting, de la capa visual, de la programación de backend y de frontend, de la gestión de contenidos, de servicios online de terceros. Es imposible que hoy por hoy haya alguien que sepa de todas y que las pueda manejar e integrar todas, pero hay que tener en cuenta cuantas más sea posible. Muchas veces puede ser interesante invertir en alguien que domine ese elemento exclusivo que acaba de aparecer, pero en general es mejor alguien que tenga visión de conjunto y nos aconseje la estrategia más completa posible.
8. Estructurar bien las tipologías de contenido
Al principio y al final de todo está el contenido, por éste nos enteramos de lo que está pasando, lo que nos están explicando o lo que el promotor de la plataforma quiere mostrar. Estructurar bien las capas de significado de la web, y cada una de sus tipologías, tiene muchas implicaciones a la corta y a la larga. Comunicar es un arte y programar una ciencia, hay que saber combinar ambas cosas para lograr organizar todo aquello que queremos exponer, mostrar y explicar.
9. Concentrar esfuerzos
Buscar la forma de dar la mejor respuesta con el menor número de medios no solo tiene implicaciones económicas, también son importantes sus repercusiones organizativas. Será mejor usar dos proveedores que siete, será mejor desarrollar en cuatro tecnologías que en veinte. Será mejor importar los mejores contenidos de los últimos 5 años de una web vieja, que obsesionarse en importar todos los contenidos que quizá abarquen un volumen de años con información desactualizada que puede que ya no interese a nadie. Será mejor hacer un ecommerce para asegurarse la venta de 250 productos de calidad e impacto mediático, que hacer una inversión inmensa para vender un catálogo de 50.000 productos muy disparejos. Será mejor integrar el equipo de la empresa de desarrollo en mi equipo de trabajo para que este sepa mejor mantener las nuevas tecnologías o enfoques que se estén incluyendo en una nueva web.
10. Ser realista en la inversión
Es difícil siempre saber cual es el coste real de una desarrollo. Es muy humano querer invertir no demasiado y obtener muchísimo a cambio, pero nada más decirlo nos daremos cuenta de que no es realista. No invertir ni poco ni mucho por parte del cliente, saber valorar el proyecto para dar un precio justo por parte del proveedor, son todo un ejercicio para ambas partes. Lo más práctico resulta para el cliente reservar una parte de la inversión y no comentarlo al proveedor. No hay que ser un mal proveedor para encontrarse con que a veces hay áreas en las que desarrollar toda la solución completa acaba requieriendo más recursos. Es justo que el proveedor pueda plantearlo, y es práctico que en ese momento el cliente tenga una partida para imprevistos, esta previsión puede facilitar mucho la relación entre ambas partes.
11. Confiar en tu equipo
Elegir un buen proveedor debe ir parejo con el hecho de confiar en él, igual que en el equipo propio de desarrollo. Todo el mundo tiene ganas de intervenir en el desarrollo del proyecto: el propietario, los de marketing, los de diseño, los de comunicación, los de programación... y al final parece que todos saben más que los que están haciendo la web. Todos tienen sus opiniones basadas en todas las web que han visitado en toda su experiencia, pero los expertos en el desarrollo web generalmente son los únicos que llevan años solamente dedicándose a eso. Generar un marco de confianza y un orden de decisión es fundamental para acabar correctamente un proyecto. Y si no, mejor cambiar de equipo a tiempo.
12. Medir los resultados
De nada sirve que hayamos hecho un proyecto fantástico a nivel de concepto, de imagen, de contenido y de programación para que después no sepamos si está dando buenos resultados o no. Hay sistemas de medir el resultado más directos (como las estadísticas de visitas o las ventas en un ecommerce) o más indirectas como nuestra evolución en rankings de webs o en penetración de mercado. A veces una web solo ha de extender y dar a conocer nuestra marca, o a veces simplemente permitirnos gestionar un sistema de soporte a usuarios. En cualquier caso hay que construir un sistema que permita valorar los resultados que se van obteniendo y no solo en visitas diarias.
Quizá quienes leen esto comparten algunos de estos principios, o quizá no les han funcionado, o quizá hay alguno que le ha sorprendido por nuevo. En Innodus hace años que hemos aplicado todos estos conceptos en todos los proyectos que hemos podido, y seguimos aprendiendo en cada tarea y con cada cliente, nuevos principios con los que guiarnos. Estaremos encantados de cruzar impresiones con quien quiera enviarnos sus puntos de vista al respecto, e incluso de colaborar en el desarrollo de un proyecto para ponerlos en práctica juntos.